Descubriendo sitios

29 04 2008

El sábado por la tarde no tenía otra cosa mejor que hacer que disfrutar del buen día que el clima me brindaba.

Me fuí al centro, y siguiendo los consejos de RMN, fuí a ver la exposición Bodies. Pero la tarde se nubló cuando llegué a la taquilla y me dijeron que ya no quedaban entradas. Para la próxima las coges por internet espabilao, me dije y despechado aproveché para darme una vuelta por la feria del libro de ocasión que había en el paseo de recoletos.

Tras un rato de aglomeraciones, decidí evadirme. Cogí la moto y callejeando sin rumbo llegué hasta Principe Pio. Paré en un semáforo y recordé que cerca de allí había un restaurante vegetariano, asique despacito lo fuí buscando y lo encontré.

Era mi primera experiencia en este tipo de restaurantes por lo que todo era nuevo para mí. Aventurándome pedí Crepes de berenjena, Escalopines de seitán y de postre Tarta de queso. Para ser mi primera vez, salí encantado y me gasté algo menos de 32€.

De regreso y todavía con la satisfacción en el cuerpo, paré en una cafetería de la que me habían dado buenas referencias. Entré y dudando en qué pedirme, me decanté por un chocolate el cual, efectivamente, estaba de muerte.

Intenté alargar el placentero momento, pero cuando el chocolate empezó a enfriarse, deduje que había llegado el momento de irse.

A dormir.