Unos reyes atrasados

8 01 2009

Me encontraba yo vagando en mi existencia, disfrutando de mis regalos, mirando el dia gris a través de mi ventana, desnudo, con las zapatillas puestas y observando la morfología del botijo cuando un extraño sonido me trajo a la realidad.
¿Pero que es esto?
Si tengo otro regalo de reyes en el blog de Amanda!

Coño, premio al Blog de Oro y yo con estos pelos!
Gracias, aunque no lo merezco por haberme portado tan mal en 2008… Bueno si que me lo merezco porque, aunque no sea chico pelo pantene, yo lo valgo.

Las reglas son estas :
1- Aceptar, hacer que los 3 Logos/ imágenes sean visibles, respetar las reglas!
2- Hacer un link al Blog que te ha premiado
3- Premiar otros 15 blogs y avisarles !!!

Y como se crean para saltárselas, me salto la tercera y solamente voy a entregárselo al dueño del Bar Renado, a los delirantes de psicodelirium, al indeciso y no se que más contarte y a la dulce Tartita de fresa, por ser lo que son, blogs de oro.

A los no premiados solamente pedirles que no se me ofendan porque como soy un tio acojonante vendrán más premios y podré repartir para todos.
Y ahora sigamos disfrutando de este estupendo momentazo, con el dia tan agradable y primaveral que tenemos.





Silencio

30 03 2008

Todo era silencio.

La oscura habitación era débilmente iluminada por la pantalla de un ordenador. Hacía un calor sofocante pero la noche amenazaba tormenta. 2002, eso era lo que decía el calendario que colgaba de la pared. Mientras se levantaba del suelo, miró la pantalla de su teléfono móvil, era la quinta vez.

Su mente, llena de pensamientos, inundaba el documento en blanco que tenía delante, pero sus dedos no respondían. Era inútil, cuando ella se marchó, junto a sus maletas se llevó la poca inspiración que le quedaba.

Un vaso medio lleno y prometiéndose que sería el último, se lo bebió de un trago. Bien sabía que se engañaba. Hacía mucho tiempo que no podía ser sincero ni consigo mismo. El amargo sabor de su garganta era la pena que él mismo se había impuesto.

Deambulaba por la habitación pensando en su mísera existencia. Quería imaginar que todo volvería a ser normal, pero ya no era posible, al menos para él. Cuando vió los cajones abiertos sintió frio, recordó que desde aquel dia no los había vuelto a tocar. Estaban vacíos, pero muy llenos de recuerdos. Aparte de unas viejas fotos y una herida que no cerraba, era lo único que conservaba de ella.

Volvió a llenar el vaso y se fué hacia la ventana. Tardó un rato, pero mirando al cielo se dió cuenta.

Ella, hoy era su cumpleaños. Y él lo estaba celebrando.

Solo.

En silencio.