Silencio

30 03 2008

Todo era silencio.

La oscura habitación era débilmente iluminada por la pantalla de un ordenador. Hacía un calor sofocante pero la noche amenazaba tormenta. 2002, eso era lo que decía el calendario que colgaba de la pared. Mientras se levantaba del suelo, miró la pantalla de su teléfono móvil, era la quinta vez.

Su mente, llena de pensamientos, inundaba el documento en blanco que tenía delante, pero sus dedos no respondían. Era inútil, cuando ella se marchó, junto a sus maletas se llevó la poca inspiración que le quedaba.

Un vaso medio lleno y prometiéndose que sería el último, se lo bebió de un trago. Bien sabía que se engañaba. Hacía mucho tiempo que no podía ser sincero ni consigo mismo. El amargo sabor de su garganta era la pena que él mismo se había impuesto.

Deambulaba por la habitación pensando en su mísera existencia. Quería imaginar que todo volvería a ser normal, pero ya no era posible, al menos para él. Cuando vió los cajones abiertos sintió frio, recordó que desde aquel dia no los había vuelto a tocar. Estaban vacíos, pero muy llenos de recuerdos. Aparte de unas viejas fotos y una herida que no cerraba, era lo único que conservaba de ella.

Volvió a llenar el vaso y se fué hacia la ventana. Tardó un rato, pero mirando al cielo se dió cuenta.

Ella, hoy era su cumpleaños. Y él lo estaba celebrando.

Solo.

En silencio.